11 jun 2010

La soledad de las luces brillantes

Las luces brillantes, ésas que alumbran y colorean la noche, tienen un pequeño secreto, pequeñísimo, diminuto como sus corazones: se sienten solas. ¡Y es que por eso mismo brillan tanto! Quieren llamar la atención, quieren que alguien venga y les caliente ese trocito de hielo que tienen dentro, porque por mucho calor que intenten irradiar ellas, no pueden hacerlo. Sólo necesitan una caricia, pero es que con tanta luz parece que quemen y nadie se atreve siquiera a rozarlas. Lo peor es que con tanto brillar se deslumbran hasta a sí mismas, y no son capaces de ver que están rodeadas de otras luces y de cables que las encienden. Así, poco a poco se van encerrando en sí mismas, en su propio resplandor, hasta quedarse totalmente cegadas por él.



1 comentario:

  1. "Así, poco a poco se van encerrando en sí mismas, en su propio resplandor, hasta quedarse totalmente cegadas por él."
    Me quemó esa frase en especial, ¡qué bonita! :)

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