Nada de rock 'n' roll yanqui con sus melenas y sus jacuzzis adornados con groupies rubias de melones inmensos y bikinis diminutos; rock patrio nacido entre meados y alcohol en algún oscuro callejón, a la salida del cuarto bar de la noche. Ella, embutida en cuero y con la sangre de sus miles de víctimas por pintalabios. Tenía fuego por dentro, tanto, que con su mirada te quemaba, y en la cama explotaba. Había que tener el extintor a mano, porque como prendiera fuego la casa no te pasaba el seguro. Decía que era modelo, y la barra del bar su pasarela, aunque realmente caminaba sobre corazones. Corazones, de todos los ilusos que se habían creído únicos e irremplazables, sin saber que sus tacones nunca fallan. Se conocía todos los baretos de Madrid, y en todos la conocían a ella. No faltaba ninguno que no hubiese pasado por sus piernas, disfrutando de los mejores 30 minutos(con suerte, la mejor hora) de su vida. Ella era la puta, la golfa, la furcia, el pendón, mil nombres y ninguno a la vez. Porque María le parecía demasiado seco, demasiado normal, así que cuando le preguntabas por él simplemente sonreía y te decía que era mejor para ti no saberlo. "¿Por qué?"
- Yo también quiero tener mi propia canción.
Pues a mí María siempre me ha parecido un nombre muy de puta.
ResponderEliminar(te dejo
una tostada
calentita)
Puta de todos y puta de nadie.
ResponderEliminarDesde luego, se merece una canción.
O dos.
Cuando le preguntas su nombre ya no sabe ni cual darte.
ResponderEliminarUn canto de ballena. =)
...sobre corazones... de papel y sin paraguas para esos aguaceros que no terminan
ResponderEliminar¿y qué hará con su canción cuando la escuche?
ResponderEliminarun saludo!
se merece una canción de Marea o de Extremo, de estas tipo Lija y terciopelo ;)
ResponderEliminarme encantan las chicas rock and roll, pero patrio, si señora!